Duelos y Pérdidas

DUELOS Y PÉRDIDAS

El duelo es un estado de pensamiento, sentimiento y actividad que deriva de la pérdida de una persona o cosa amada asociándose a síntomas físicos y emocionales.

El duelo en la infancia es similar, sin embargo hay que tener presente que el sistema de pensamiento y el proceso de tales cogniciones es diferente a como lo viven los adulto, por ello debemos acompañar y ayudar al nin@ a comprender esta pérdida de una manera que no signifique un hecho traumático y puedan encajarlo de una manera sana.

El proceso de duelo tiene varias etapas:

  • Shock.
  • Negación.
  • Ira o cólera.
  • Culpa.
  • Gran tristeza o depresión.
  • Aceptación.

El proceso del duelo en la infancia se hace frente de una manera muy singular en cada caso, puesto que cada persona afronta sus pérdidas de una forma personal y segundo porque el niñ@ realiza su proceso de duelo en consonancia con la etapa del desarrollo emocional, fí­sica y cognitiva en la cual se encuentre. A continuación se presentan las 4 etapas que se diferencian por edad  y las principales reacciones ante el duelo:

  • Infante de 2 años: Angustia, protesta y estrés general, usualmente el niñ@ reacciona ante el duelo de la madre.
  • De 2 a 5 años: Confusión y regresión. Parece que no les afecta y realizan preguntas repetidas de lo mismo. No se comprende la muerte como algo permanente.
  • De 5 a 8 años: Entiende lo referente a la muerte pero sucede que piensa que no le va a suceder a él y así­ reacciona con negación y cólera. Existe el pensamiento mágico. Podría comportarse como si no pasara nada. Realiza preguntas inapropiadas.
  • De 8 a 12 años: Shock, negación, estrés y ansiedad. Comprende lo irrevocable de la muerte, comportamiento fóbico y curiosidad.

En los niñ@s que no han podido hacer adecuadamente el duelo pueden presentar los siguientes síntomas psicopatológicos, aunque no todos al mismo tiempo ni tampoco todos en todos los casos:

  • Problemas de aprendizaje.
  • Agresividad.
  • Dependencia.
  • Tics nerviosos.
  • Trastornos alimenticios.
  • Trastornos del sueño.
  • Fobias.
  • Ansiedad e inseguridades.
  • Depresión.

Esto es consecuencia principalmente de que el niñ@  no ha verbalizado bien los sentimientos de tristeza, enojo, etc., el cuerpo de algún modo es el que se encarga de hablar.

Tratamiento o recomendación ante el duelo:

Consiste en ayudar al  niñ@ a que le ponga palabras a lo que siente. Es importante que pueda manifestar su dolor por medio de la verbalización, permitir que los niñ@s puedan hacer preguntas y que éstas sean respondidas con palabras simples, de apoyo y comprensión ante su dolor. Hay que favorecer a que su condición de niñ@ siga el transcurso normal, ayudándole a desarrollar la habilidad de enfrentarse al dolor y recuperarse de éste.